viernes, 22 de junio de 2012

La vista



De algo tan superfluo
como un cuerpo,
en mi surgía el que yo creía
el amor de mi vida

Nada más estúpido
y menos auténtico
que el enamorarse de algo terrenal,
que se marchitará
con el paso de los días.

Así era yo!!
Un águila de caza,
en busca de presa fresca,
un manjar para mi vista!!


No saciaba, no llenaba,
algo faltaba.
Por mucho que cazara,
en busca de otra presa
al poco tiempo me encontraba.


Un día como otro cualquiera
me encontré con una rata.
¿Como es que no me atrapas?
dijo ella.


Tengo el estomago lleno
y aunque te miro,
el apetito no me reclama.


Nos quedamos sentados en una rama,
conversando de lo que nos viniera en gana.


Pasamos días en esa rama
hasta que me volvieron
las ganas de caza.


¿Porque me atrapas?
¿No decías que no te gustaban las ratas?


Mi querida rata
fíjate que no abro la mirada
es otro instinto el q no para,
hay algo que a mi me agarra
por dentro y me desgarra.


Si la abriera hermosa mía,
solo me serviría
para comerte con más ganas
y créeme cuando te digo
que eres mi último manjar
mi bella dama.





La vista es el único sentido
que al corazón,
no debe de servir de guía.

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