sábado, 16 de junio de 2012

No me gustan las mañanas

No me gustan las mañanas
y menos aún
las que debo de abandonar
tus sábanas.

Salgo de tu morada
y un cielo desnudo
se refleja en mi mirada.

El recuerdo de la noche
me acompaña,
de paseo al trabajo
en temprana alborada.

Vacilante mi caminar
sumerjido en esas palabras,
que salieron de tu boca
cobijados en tus sabanas.

Notas musicales me acompañan,
tu sonrisa mi fetiche,
esencia en mi ropa usada,
huella en mi alma,
labios en mi tez parda.
¿Será que ya me gustan las mañanas?

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