sábado, 1 de octubre de 2011

Un singular encuentro


Dos corazones
dos latidos arrítmicos
no saben lo que les espera.


Uno se acelera
al oír semejante compás
el otro frena.


Abrumado de tanto ruido
la seguridad invade su testa.
Desde la seguridad
títere sin hilos gobierna.


Pobre corazón que late con fuerza
en sus manos se encuentra,
manipular mas hilos ya no presta.

Prefiero sufrir,

a hacer algo
que corazón no llena.


Donde estas oh mi dulce princesa,
sisea a esa gente incrédula.

Si, la que de mi no esperan
mas que un latido sin firmeza
y ninguna entereza.


Sin mas parangón
me despido de ti mi conciencia

No entorpezcas más!
!
Deja a mi corazón llorar
de alegría y tristeza,
pudiendo recibir así
eso que tanto anhela.

Amor- sencillamente
es todo lo que desea.


Tristeza- no hay amor
si se ama sin destreza.


Belleza- de haber encontrado algo
que de veras llena.

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